Insultos, vejaciones y golpes por parte de las monjas
Recientemente han salido a luz nuevas denuncias sobre agresiones físicas y psicológicas en un centro de acogida de menores en la ciudad gallega de Vigo, España.
La Fiscalía de Menores de la comunidad autónoma de Galicia, España, ha iniciado una investigación a causa de un video en el cual 6 menores de entre 7 y 15 años denuncian malos tratos por parte de las religiosas y los educadores del Hogar San José de la Hermanas de la Caridad en la ciudad de Vigo, informa el diario español 'Público'.
Los menores que aparecen en el video cuentan de una manera explícita a un psicólogo situaciones que han vivido ellos mismos y sus compañeros del centro en el que se encuentran. En ese sentido, describen los insultos, vejaciones y golpes por parte de las monjas y otros empleados del Hogar San José.
Entre otros abusos, uno de los niños cuenta acerca de un modo especial que tenían las monjas para castigar a los alumnos. Según el menor, en el centro había una habitación especial llamada "el cuarto del saco: un sótano sin luz en el que se colocó un saco de boxeo sobre el que a instancias de las monjas los niños debían descargar su ira".
Las denuncias por parte de los menores han causado una ola de indignación en las redes sociales. "Hace veinte años, la situación no era muy distinta"
Asimismo, se han revelado nuevos detalles del historial de malos tratos de este centro de acogida. Manuel V.C., de 29 años, que prefiere que sus apellidos aparezcan con iniciales por cuestiones de confidencialidad, ha afirmado en una carta enviada a 'Público' que hace veinte años "la situación en el centro no era muy distinta" .
"Una monja llegó a partirme un palo de escoba en la espalda por barrer despacio o ponerme a hablar mientras lo hacía", cuenta Manuel y señala que "eran muy cotidianas las palizas" por parte de las monjas.
Además, Manuel describe otros castigos que empleaban las religiosas que trabajaban en aquella época en el Hogar. Una de esas penitencias consistía en que lo chicos debían quedarse todo el día sin poder salir de la cama, o permanecer horas de pie contra la pared", o que les pegaban en la cabeza "con el teléfono de la ducha". El joven agregó también que a las religiosas "les gustaba insultar a los niños".
Según Manuel, los niños que son acogidos en este centro actualmente, igual que en su época, "no tienen a quién acudir; si lo hacen pueden sufrir represalias" y sus familias, "que se embarcan en una batalla legal contra el centro, difícilmente recuperarán a sus hijos por las buenas".
rt
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